Este 12 de enero los haitianos recuerdan el terremoto de 2010 que en solo segundos convirtió en ruinas su capital, matando a más de 300 mil personas y dando albergue a la desesperanza, la cual no demoró en instalarse en un país ya extremadamente pobre y ultrajado.
Todavía hoy Puerto Príncipe exhibe cual cicatrices aún frescas, la devastación provacada por el movimiento telúrico de 7,0 grados en la escala de Richter, el más cruel que sufrió Haití desde que se llevan registros, y que hirió a más de 350 mil personas y dejó sin hogar a 1,5 millones, de acuerdo a las cifras ofrecidas por el Gobierno.
Según lo que se recuerda, el sismo remeció con furia a las 16:53, hora local, y cayeron cual fichas de dominó el Palacio Presidencial, el Parlamento, la Catedral, cientos de miles de viviendas y edificios gubernamentales, centros comerciales, escuelas, instituciones de salud y más.
Naciones Unidas, en aquel momento alertó que la cifra de víctimas mortales multiplicó por 10 la suma de las registradas en desastres en Haití desde 1963.
Por otro lado, el Producto Interno Bruto se contrajo un cinco por ciento, en una nación que ya experimentaba una insistente crisis política y económica, además de una sucesión de gobiernos corruptos, golpes de Estado e intervenciones militares.
Con una historia de administraciones deficientes, la ayuda internacional no fue gestionada por las autoridades sino por organizaciones no gubernamentales (ONG), lo que según expertos, volvió al Gobierno más ineficaz y fomentó el desvío de los recursos hacia ONG que tomaban el dinero, pero ayudaban poco o nada a la recuperación del país.
Más de una década después Haití no se levantó aún y al terremoto le siguió una epidemia de cólera, desastres naturales, crisis política y económica, pandemia de la Covid-19 y el sismo de 2021.
De unos 12 millones de habitantes, más de 4,7 millones enfrentan actualmente la hambruna, según datos recientes del Programa Mundial de Alimentos, y 1,8 millones se encuentran en fase de emergencia.
La violencia se agudizó y cobró miles de vidas solo en 2022, cientos de miles de personas fueron forzadas a abandonar sus hogares y el cólera resurgió en octubre pasado para sumar una herida más a la devastada nación.