La falta de los denominados “medicamentos de alto costo”, que requieren pacientes con enfermedades terminales en esta ciudad, así como en otros puntos del país, se ha convertido en un lamento constante.
La situación provoca que esos dominicanos y sus familiares recurran con frecuencia a las movilizaciones en demanda de solución a su problema.
En su mayoría reclaman porque alegan que la respuesta de las autoridades siempre es la misma. Les dicen que reconocen la situación, que no tienen los medicamentos, pero “estamos trabajando en eso”. Afirman que mientras tanto, el desabastecimiento persiste en la farmacia que los suple y que funciona en el edificio el hospital José María Cabral y Báez.
Llegados desde diferentes puntos de Santiago y otras localidades de esta región, se personan al recinto los necesitados, buscando presionar a los encargados, para que agilicen la llegada de esos fármacos, necesarios para diversas enfermedades que se agudizan en sus organismos.
La señora Jackeline González, vocera de un grupo de pacientes, dijo a medios nacionales que en los últimos meses la mayoría de esos medicamentos, imposibles de ser adquiridos por ellos en el mercado farmacéutico normal, no llegan al organismo.