El geólogo Osiris de León aconsejó al gobierno que haga una evaluación de la capacidad de resistencia de las edificaciones escolares ante los sismos porque en la isla hay dos fallas peligrosas que están provocando daños en estructuras que han sido construidas sin estudios de suelo.
El experto expresó que conocer la calidad del suelo sobre el que se construyen escuelas, hospitales y torres residenciales, es un asunto fundamental para preservar la vida de las personas ante eventualidades sísmicas que se van a seguir registrando cada cierto tiempo.
Para ilustrar su afirmación, De León hizo recordar que “la ciudad Colonial de Santo Domingo está edificada sobre una plataforma de roca caliza coralina rígida, lo que le permitió quedar intacta al terremoto del 2 de diciembre de 1562 que destruyó al Santiago Colonial en Jacagua y a La Vega Colonial”.
El experto explicó que tanto Santiago como La Vega tenían ciudades coloniales, pero colapsaron con el sismo debido a que estaban edificadas sobre terrenos arcillosos y la Capital sobrevivió porque está sobre rocas que no se doblan con la presión.
De León indicó que un temblor de tierra es esencialmente una gran presión energética hacia un punto específico de la corteza terrestre que provoca que esta ceda, generando una ruptura con intensos movimientos y ruido similar a cuando se dobla una regla y se rompe.
“Esa rigidez de la roca caliza coralina permite que la onda sísmica de corte que lleva el 70% de la energía y la que zarandea tu casa en dos direcciones perpendiculares, por eso mucha gente dice que se siente mareada con el temblor. No es que la gente se está mareando, sino la vibración perpendicular del suelo”, afirmó De León al ser entrevistado por Pablo McKinney en su programa televisivo por Color Visión.
Construcciones sin control
De León deploró que estando en vigencia el Reglamento R024 sobre características del suelo y el R001 sobre sismo resistencia, las construcciones de edificios escolares y hasta torres residenciales, se hacen sin respetar estas normas de seguridad.
Indicó que las autoridades tienen un diseño de escuelas y lo llevan a todo el país como si los suelos fueran idénticos, lo que provoca vicios estructurales de construcción y peligro para estudiantes y docentes.
Recordó que cuando ocurrió el temblor en el Cibao en el año 2003, las edificaciones más afectadas fueron las escuelas y en el terremoto de Haití, el 12 de enero de 2010, “se cayeron 5,000 escuelas”, pero en la región Sur de República Dominicana solo se agrietaron los planteles escolares.
Dijo que en el país y en América se han estado “construyendo vulnerabilidades” porque para ahorrar dinero se colocan menos varillas en los planteles escolares.
Un hospital que resiste
De León reveló que el único hospital del país que ha sido reforzado para resistir temblores mayores es el regional “José María Cabral y Báez” de Santiago, que después de tener las mayores debilidades estructurales, pasó a ser el más seguro.
El geólogo aconsejó al gobierno hacer ese reforzamiento estructural en todas las estructuras hospitalarias y lugares donde se alojan o congregan muchas personas, pero hasta ahora no se está haciendo.
“No toda estructura se puede levantar sobre todo tipo de suelo”, advirtió De León, quien aclaró que no se puede construir sin evaluar el suelo y la eventualidad sísmica porque existe el riesgo de colapso.
Consideró que lo aconsejable en el país es hacer como dispuso el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en 2016, al firmar una orden ejecutiva (decreto) para que todas las estructuras estatales fueran revisadas y que “cualquier vulnerabilidad sísmica identificada, fuera corregida de inmediato”.
De León informó que con el temblor de 5.0 grados registrado al sur de Baní se agrietaron muchas escuelas en Baní, en Azua se afectó el hospital Taiwán y en La Vega por “el nivel de agrietamiento del Huacalito, hubo que desalojarlo y que el local de la Junta Central Electoral de Luperón, en Puerto Plata, se agrietó y hubo que desocuparlo”.
Aconsejó educar a los jóvenes y niños sobre cómo actuar ante un sismo y deploró que varias cátedras magistrales que grabó gratuitamente para el Ministerio de Educación en la gestión de Roberto Fulcar, ahora no estén disponibles en la página de internet de esa cartera.
Dijo que los simulacros que se hacen en el país no educan porque no se acercan a la realidad de un sismo y el peligro real que representan para la población.
Recomendó educar a la población sobre cómo reaccionar ante un temblor para que las personas actúen sobre la base de un razonamiento y una experiencia, de forma que puedan preservar sus vidas porque donde hubo sismos, seguirá habiendo.
Consideró que el gobierno debe afrontar esos fenómenos naturales como una prioridad porque en el país hay 14 fallas sísmicamente activas y de ellas dos con potencialidades para destruir ciudades completas.
Recordó que esas fallas, la de Milwaukee que pasa al norte de la isla y la de Los Muertos al sur, son las que provocan terremotos que afectan a Jamaica, Haití, República Dominicana y Puerto Rico, son las que en el pasado han devastado a Santiago, La Vega, Nagua, Cabo Haitiano, Puerto La Paz, a San Nicolás, Azua en 1751, Puerto Príncipe en 1770 y 2010.
Tomado de RC Media