Un segundo apagón en menos de 48 horas sumió en la oscuridad las instalaciones del Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA) durante la madrugada de este lunes, alrededor de las 2:00 a.m., agudizando la crisis operativa que se arrastraba desde el domingo y dejando a cientos de pasajeros atrapados en la terminal aérea.
La falla eléctrica, que se extendió por aproximadamente ocho horas, obligó a la cancelación de numerosos vuelos que habían sido reprogramados tras la primera avería. La situación generó un escenario de caos e incertidumbre, con viajeros que acumulan más de 18 horas de espera sin una solución clara. Entre los vuelos afectados se encuentra el de la aerolínea Delta, programado para despegar el domingo al mediodía y que aún no cuenta con una nueva fecha de salida, lo que ha provocado fuertes quejas entre los afectados.
Finalmente, la empresa Aerodom, administradora del recinto aéreo, informó hacia la mañana del domingo que el suministro eléctrico había sido restablecido en su totalidad. En un comunicado, la empresa se comprometió a colaborar con las autoridades para determinar las causas del corte, afirmando que actúan «con el interés de prevenir que un evento similar vuelva a ocurrir».
Sin embargo, la repetición del incidente en tan corto tiempo pone en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura energética del principal aeropuerto del país y deja en el aire serias dudas sobre la capacidad para garantizar la operatividad continua de una terminal vital para el turismo y la conectividad nacional.