El exministro de Hacienda Donald Guerrero está siendo investigado por la Procuraduría Especializada en Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), en aleación con la Dirección General de Persecución de la Procuraduría, por los “tipos penales preliminares” de asociación de malhechores, falsificación, estafa contra el Estado, sobornos, coalición de funcionarios y lavado de activos.
Esto se suscita del recurso de reconsideración que hizo la directora de Persecución, Yeni Berenice Reynoso, a una instrucción de la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito.
La Pepca mantiene una investigación al exfuncionario, distinta a su posible vínculo con el ya conocido caso Antipulpo, que tiene como principal imputado a Alexis Medina Sánchez, hermano del expresidente de la República, Danilo Medina Sánchez, conforme a la solicitud de reconsideración notificada a los abogados de Donald Guerrero.
Desde febrero del año pasado, se conoce que la procuradora Germán Brito lidera la investigación por corrupción que involucraba al exministro de Hacienda y al exadministrador general del Banco de Reservas Simón Lizardo Mézquita. El exfuncionario fue citado en varias ocasiones para ser interrogado en la Procuraduría.
En marzo de este año, la magistrada Germán Brito dio instrucción particular a la procuradora adjunta Reynoso para que diera acceso “al señor Donald Guerrero a la carpeta fiscal de investigación cursada en su contra”, apoyada en el artículo 9 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, número 133-11.
La solicitud de Reynoso, notificada a los abogados de Guerrero, hace referencia a que, junto a la Pepca, procedieron a la reserva total de la fase de la investigación. Eso, basado en que, según el planteamiento de la directora de la Persecución, durante la investigación se han presentado diversas situaciones, distintas la investigación que se llevó a cabo por el caso Antipulpo.
Por esas situaciones, asegura, Donald Guerrero no ha sido citado ni se le ha impuesto ninguna medida de coerción.
Algo un tanto fuera de lo normal, pues el Ministerio Público durante años ha implantado eso de que solamente la prisión preventiva es el castigo, detenerlos y privarlos de libertad.
Pero ese Ministerio tiene que empezar a lavarle esa cara a la institución porque no necesariamente la privación de libertad puede contar como castigo, porque se supone que está en proceso de investigación y lo correcto sería investigar para luego apresar, y no al revés, como ha venido ocurriendo.
Fuente Diario Libre
