Guyana se niega a doblegarse ante Venezuela en su disputa en torno a un territorio rico en petróleo y minerales que ambas naciones reclaman como propio, afirmó el pequeño país sudamericano ayer jueves, mientras su presidente se reunía con el mandatario venezolano en el más reciente episodio de la enconada rivalidad.
El control de Guyana sobre el Esequibo, una vasta región ubicada a lo largo de su frontera con Venezuela, “no está a discusión, negociación o deliberación”, señaló el gobierno guyanés.
Las declaraciones del presidente de Guyana, Irfaan Ali, se mantuvieron en esa misma línea durante la conferencia de prensa que se llevó a cabo durante una pausa en las negociaciones con su homólogo venezolano Nicolás Maduro que se celebran en la isla caribeña de San Vicente.
“Todo esto le pertenece a Guyana”, comentó Ali, mientras señalaba un grueso brazalete de piel en su muñeca derecha que lleva grabada la silueta de su país. “Ninguna narrativa propagandística o decreto puede cambiar esto. Esto es Guyana”.
Ali destacó que si bien ambas naciones están comprometidas a mantener la paz en la región, Guyana “no es el agresor”.
GARANTIZAR LA DEFENSA
“Guyana no busca una guerra, pero Guyana se reserva el derecho de trabajar con todos nuestros socios para garantizar la defensa de nuestro país”, subrayó.
Maduro no hizo declaraciones a la prensa durante la pausa. Antes del encuentro había señalado que “vamos aprovecharlo al máximo en función que nuestra América Latina y el Caribe siga siendo una zona de paz”.
Ambos gobernantes se estrecharon las manos antes de iniciar el diálogo, ante el aplauso de otros dignatarios invitados.
Las tensiones en torno al Esequibo han generado preocupación de un conflicto militar, aunque muchos creen que es poco probable. Venezuela insiste en que la región del Esequibo fue parte de su territorio durante la Colonia española, y argumenta que el Acuerdo de Ginebra que firmaron Venezuela, Gran Bretaña y la entonces Guyana Británica en 1966 anula los límites.
Tomado de Minuto a Minuto