LA SELECCIÓN ARGENTINA se quedó con las manos vacías sobre el final, luego de caer 1-0 ante Italia en su debut en el Mundial Femenino de la FIFA, por el Grupo G, en el Eden Park de Auckland.
El equipo de Germán Portanova jugó un buen partido y fue constantemente en busca de los tres puntos ante las europeas, aunque sufrió los ataques de su rival, en especial en el complemento, cuando el desgaste físico ya se hizo más notorio.
Ante 30.889 espectadores y una hinchada argentina que se hizo escuchar en el Estadio, Estefanía Banini y Florencia Bonsegundo fueron las figuras del seleccionado albiceleste, tanto desde la pelota parada como en la idea de presionar y atacar.
El primer tiempo terminó igualado y fue parejo, aunque Italia convirtió dos goles, uno de Caruso y otro de Giacinti, pero ambos fueron correctamente anulados por fuera de juego.
El segundo período siguió el mismo rumbo hasta el último tramo del partido, cuando se comenzó a notar el cansancio físico de las argentinas.
A los 87 minutos, el gol convertido por la goleadora de Juventus Cristiana Girelli, tras ingresar desde el banco, abrió el marcador para Italia y le dejó poco margen de reacción al seleccionado nacional, que igual casi lo empata con un tiro de Bonsegundo, que la arquera Durante sacó con los puños y ninguna compañera pudo capitalizar.
Con este resultado, Italia lidera el grupo G junto a Suecia, que venció 2-1 a Sudáfrica, el próximo rival de Argentina, que pese al sabor amargo de la derrota sobre el final, dejó una buena imagen y demostró que pudo jugarle de igual a igual a las europeas.