La empresa minera Falconbridge Dominicana (Falcondo), se encuentra al borde del colapso debido a una serie de problemas financieros y de gestión. Según fuentes confiables relacionadas con la compañía, el mal manejo empresarial por parte de Global Special Opportunities Limited (GSOL), los actuales inversionistas, ha llevado a una situación crítica.
Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta Falcondo es el incumplimiento del pago de un préstamo que ascendente a 2 millones de dólares, contraído con el banco Lafise. Esta falta de pago ha llevado al banco a iniciar el proceso de incautación de los depósitos de gas que la minera había utilizado como garantía.
La incautación de los tanques de combustible supone un golpe devastador para Falcondo, ya que sin acceso a gas, su planta no puede funcionar correctamente. La situación se agrava debido a la falta de pago de Americano Nickel Limited, subsidiaria de GSOL y responsable de la deuda.
Recientemente, el Ministerio de Trabajo de la República Dominicana instó a Falcondo a pagar de manera inmediata los salarios de Navidad a más de 1,100 empleados que no han recibido sus pagos desde diciembre pasado. Esta presión evidencia la difícil situación financiera que atraviesa la empresa.
Desde octubre pasado, Falcondo ha cerrado sus operaciones, lo que ha provocado una paralización en la producción de ferroníquel. Aunque se ha informado que la empresa ha cumplido con el pago de los salarios mensuales de los trabajadores, esto no es suficiente ni sostenible a largo plazo.
Como accionista minoritario, el Estado Dominicano tiene la responsabilidad de intervenir y exigir a los socios americanos y suizos de Falcondo que realicen las inversiones necesarias para reactivar la planta y cumplir con sus deudas con los bancos y otros acreedores.
“Somos un socio a largo plazo de la República Dominicana, con un récord de compromiso y creación de valor compartido demostrado a lo largo de 60 años de historia”, dice textualmente Falcondo en su página web. Sin embargo, la práctica es otro. Hay irresponsabilidad y malas prácticas en la gerencia de la planta.
Falcondo, que opera en las minas a cielo abierto de Monseñor Nouel y La Vega, extrae ferroníquel, una combinación de hierro y níquel utilizada en la industria del acero inoxidable. La empresa ha sido una fuente importante de empleo y contribuciones económicas para las comunidades locales, por lo que su colapso tendría un impacto significativo en la región.
Es deber del gobierno, encabezado por el presidente Luis Abinader, tome medidas urgentes para abordar la situación con los inversionistas privados y accionistas de Falcondo. El país está perdiendo ingresos, empleos y aportes sociales que son fundamentales para el desarrollo de Bonao y La Vega.
Es necesario encontrar una solución que evite el colapso de Falcondo y permita reiniciar sus operaciones de manera eficiente, cumpliendo con todas las normas de producción internacionales y los estándares de sostenibilidad requeridos. La supervivencia de la empresa y el bienestar de las comunidades aledañas dependen de una acción rápida y efectiva.
Tomado de RC Noticias
