“No hay ningún sacerdocio más alto que el del periodista.” Andy Grove.
SANTIAGO.- Hace mucho que el ejercicio del periodismo ha sido descrito o comparado con el sacerdocio, una elección de estilo de vida donde no hay espacio para las dualidades ni mucho menos para la doble moral. La verdad tiene una fuerza intrínseca, se impone a sí misma, es solo cuestión de tiempo.
República Dominicana ha sido un ensayo incompleto de democracia posiblemente desde que se gestó el embrión de nuestra relativa independencia como nación. Aquello que aquí llamamos libertad de expresión es una utopía que deja de existir cuando el ejercicio de la misma no coincide con los intereses de los verdaderos gobernantes, los grupos empresariales de la oligarquía que se establecieron en nuestro territorio desde hace siglos.
Esta semana fueron publicadas unas descompuestas declaraciones de la Lic. Ana Bertha Pérez, quien ocupa actualmente la secretaría general del Colegio Dominicano de Periodistas, filial Santiago y las mismas no pueden pasar desapercibidas ni mucho menos ser ignoradas, ante lo comprometedoras que resultan ser para que ella pueda seguir en ese puesto con dignidad hasta que lleguen las próximas elecciones del CDP.
La profesional del periodismo no pudo, no quiso o no supo separar la obligatoria distancia que le exige su puesto al frente de la clase periodística de Santiago y se dejó vencer mansamente por el apasionamiento político que la vincula al oficialista Partido Revolucionario Dominicano (PRM). Se recuerda que la misma ha laborado al menos en dos instituciones gubernamentales como son la Universidad Autónoma de Santo Domingo (recinto de Santiago) y el Instituto de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), también en esta ciudad, cargos que demandan de ella un manejo apegado a la decencia y la ética y la llaman a ser un buen ejemplo para sus alumnos.
Ana Bertha Pérez atribuye los conflictos que ocurren entre los comunicadores y la seguridad del presidente Abinader “a que los trabajadores de la prensa violentan el protocolo de acercamiento al jefe de Estado, poniendo en peligro su vida, por lo que los escolatas tienen que actuar para preservar la integridad del mandatario.”
Ha causado tremendo malestar entre los periodistas de Santiago que la secretaría general del gremio que los agrupa y debe protegerlos muestre la espalda tan cobarde e irresponsablemente a la clase que representa y tome para ella atribuciones que por jerarquía corresponden al Lic. Daniel García Archibald, director de prensa de la Presidencia, al Lic. Homero Figueroa, portavoz del mandatario o, en su defecto al agrónomo Lucildo Gómez, subdirector de prensa oficial en Santiago. Incluso son atribuciones del Cuerpo de Seguridad Presidencial (CUSEP) que dirije Jimmi Arias Grullón y nunca de la secretaria general de CDP, cuyo cargo la obliga a defender a los periodistas.
Igual actitud de doble moral asumió recientemente la periodista Pérez, exesposa de un Diputado del PRM que enfrenta una delicada situación judicial al ser implicado a un terrible caso que ya está en el Ministerio Público, cuando dio la espalda a sus colegas de Luna TV quienes han sido amenazados por dos funcionarios del actual gobierno que preside Luis Abinader, los que han querido imponer inmoral e ilegal censura a dicho prestigioso canal televisivo y parte de sus talentos.
En sus recientes declaraciones como directiva del CDP, aparte de denigrar a sus colegas también expresó que “desarrolla programas sociales, educativos, deportivos y de salud que incluyen la salud mental, operativos de prevención del cáncer de próstata, ayudas sociales, diversos cursos, orientación social y actividades deportivas”, pero jamás se refirió al robo de propiedades de dicho gremio periodístico por parte de anteriores directivos como son el club del mismo y un costoso inmueble en la avenida Las Carreras, de esta ciudad.
