Hace pocas horas el presidente Luis Abinader explicó que el cierre de la frontera de la República Dominicana con Haití, en la provincia Dejaban, se llevó a cabo con el propósito de lograr dos objetivos y que la apertura eventual dependerá de los resultados que se logren.
La primera de estas metas es lograr que se detenga la excavación de un canal para desviar el agua del río Masacre y la segunda, capturar a los haitianos prófugos que participaron en el cuádruple crimen realizado en una vivienda la misma provincia Dajabón.
“La frontera se cerró por dos objetivos fundamentales y esos objetivos están en proceso de cumplirse y vamos a evaluar al final del día si podemos abrirla de nuevo“, señaló.
Respecto al canal en el Masacre, el mandatario advirtió que “lo más importante es que tienen que cumplirse los tratados internacionales sobre el manejo de las aguas fronterizas”.
La segunda condición es “haber completado la operación de captura de los responsables de esa tragedia y dar un mensaje, como lo estamos dando, de que van a tener resultados drásticos los que incurran en ese tipo hechos”, concluyó el mandatario.