El incendio que arde en el Panhandle de Texas es ya el más grande en la historia del estado al abarcar casi 1.700 millas cuadradas (4,400 kilómetros cuadrados), informaron autoridades el jueves.
El llamado incendio Smokehouse Creek se fundió con otro fuego y está contenido en un 3%, según el Servicio Forestal Texas A&M.
Las autoridades no han explicado qué provocó el incendio, que empezó el lunes y se ensanchado a una velocidad impresionante, destruyendo docenas de casas, aunque las autoridades advierten que el alcance real de los daños por ahora se desconoce.
Por lo menos una persona, una mujer de 83 años, ha fallecido.
Antes, el incendio más grande en la historia de Texas fue el del 2006 en East Amarillo, que quemó unos 3.630 kilómetros cuadrados (1.400 millas cuadradas) y causó 13 muertes.
El crecimiento del incendio se ralentizó gracias a la caída de nieve y a que los vientos y las temperaturas se redujeron, pero el enorme fuego sigue sin ser controlado y amenaza con producir más muerte y destrucción.
El incendio cruzó a zonas de la vecina Oklahoma. Ya era más grande que el estado de Rhode Island, y el servicio de bomberos de Texas dijo que las llamas apenas estaban contenidas, pero el pronóstico de nieve, lluvia y temperaturas de alrededor de 4 grados Celsius (40 grados Fahrenheit) el jueves ofreció una pausa para lograr avances antes de que las temperaturas y los vientos vuelvan a aumentar este fin de semana. Las autoridades no han señalado la causa de los incendios, pero los fuertes vientos, el pasto seco y una temperatura cálida que no corresponde a la temporada, alimentaron el fuego.
Se esperan menos de 2,5 cm (1 pulgada) de nieve, pero la humedad no es el único beneficio, dijo el meteorólogo del Servicio Meteorológico nacional Samuel Scoleri.
“Esto mantendrá baja la humedad relativa durante el día, y definitivamente ayudará a los bomberos”, dijo Scoleri.
Se espera que la nieve y la lluvia terminen la tarde del jueves, y que las condiciones secas y con vientos se reanuden el viernes, posiblemente provocando condiciones críticas en los incendios nuevamente el sábado y el domingo.
Hasta ahora, solo se ha confirmado la muerte de una mujer de 83 años, pero las llamas aún amenazan una amplia área, y las autoridades no han realizado una búsqueda rigurosa de víctimas ni han hecho un recuento de las numerosas casas y otras estructuras dañadas o destruidas.
Nimm Kidd, jefe de la División de Manejo de Emergencias de Texas, dijo que el pronóstico meteorológico del fin de semana y “la gran magnitud y alcance” del incendio son los mayores desafíos para los bomberos.
“No quiero que la comunidad adquiera una falsa sensación de seguridad de que los incendios no aumentarán más”, dijo Kidd. “Sigue siendo una situación muy dinámica”.
El gobernador, el republicano Greg Abbott, emitió una declaración de desastre para 60 condados. Las llamas hicieron que la principal instalación estadounidense que desmantela arsenal nuclear detuviera sus operaciones el martes por la noche, aunque el miércoles había reanudado su actividad.
El coordinador de la Oficina Manejo de Emergencias del condado de Hemphill, Bill Kendall, señaló que el terreno quemado era como “un paisaje lunar… No queda nada”.
Kendall dijo que unas 40 viviendas ardieron en torno a la localidad de Canadian, pero no se perdieron edificios en la comunidad. Señaló que también había visto “cientos de cabezas de ganado muertas” en los campos.
La pequeña población de Fritch, al norte de Amarillo, perdió cientos de casas en un incendio de 2014 y parecía haber sufrido de nuevo. El alcalde, Tom Ray, dijo el miércoles que se estimaba que entre 40 y 50 casas estaban destruidas en la zona sur del pueblo de 2.200 habitantes.
Es probable que los vecinos no estén “preparados para lo que van a ver si llegan a casa”, dijo Deidra Thomas, vocera de manejo de emergencias en el condado Hutchinson, en un mensaje en vivo a través de redes sociales. Comparó los daños con un tornado.
La planta de armas nucleares Pantex, al noreste de Amarillo, evacuó la noche del martes al personal no indispensable como “medida de precaución”, dijo Laef Pendergraft, vocero de la oficina de producción de la Administración de Seguridad Nuclear en Pantex. Los bomberos permanecieron en el lugar en caso de emergencia.
En un mensaje publicado en redes sociales la mañana del miércoles, Pantex señaló que la instalación estaba “abierta para las operaciones normales del turno diurno”.
Tomado de San Diego Union Tribune